Noticia del Diario Palentino de 28-7-2013
Hace 400 años de las primeras
referencias a las danzas ampudianas como acompañamiento de la venerada imagen
de Nuestra Señora de Alconada. Esa tradición sigue viva en nuestros días y,
coincidiendo con la festividad de San Pantaleón (santo cuyas reliquias
estuvieron en la localidad), se celebró ayer el XXXII Festival de Paloteo y
Danza Villa de Ampudia, patrocinado por el Ayuntamiento.
El evento, decano de los festivales
folklóricos de la provincia y uno de los más antiguos de la región, contó con
cuatro participantes: Grupo de Pauliteiras de Sendim (Portugal), Grupo de
Danzas Gurrea de Gállego (Huesca), Agrupación Folklórica El Torrejón (Adrada de
Haza, Burgos) y Grupo de Paloteo y Danza Villa de Ampudia.
Los grupos comenzaron el acto con un
desfile desde el Ayuntamiento viejo hasta la Colegiata de San Miguel, donde se
desarrolló el evento.
Hay variadas teorías sobre el origen de
este tipo de danzas. Unos abogan por su carácter guerrero, otros lo relacionan
con ritos agrarios y procesionales ancestrales y algunos hacen referencia a
palos o pequeños bastones como primeros instrumentos del hombre para realizar
sus tareas de agricultura en las sociedades preagrarias. La que sí parece más
clara es la creencia de considerar a la danza como elemento que favorece la
germinación de las cosechas. De hecho, en muchos de los pasajes de estos
bailes, los danzantes se inclinan hacia la tierra y clavan el palo en ella
recordando la faena agrícola de la siembra por medio de un bastón.
En auge. Sea cual sea su orígen, lo que
está claro es que el festival ampudiano pretende mantener vivo el folklore
castellano, uno de los más variados de España, además de fomentar el de otros
puntos muy diferentes del país y del exterior.
El otro grupo participante de la
Comunidad, El Torrejón, mostró su variado repertorio con una coreografía que
atrajo al público presente. La presencia del grupo portugués fue una novedad
para los aficionados a este arte, ya que a su indumentaria (en la que
destacaban sus sombreros de flores) se sumó la música de la gaita de fuelle, el
bombo y el tambor.
El grupo oscense mostró piezas que
simulan la lucha entre moros y cristianos, una tradición transmitida desde hace
siglos. Villa de Ampudia llevó al escenario el variado folklore de la
localidad, compuesto por el paloteo o lazos, la danza y el trenzado (baile
alrededor de un árbol del que caen cintas de colores que van trenzando los
danzantes al ritmo de la música). Buen ambiente, buena música, trajes muy
vistosos y mucho arte.
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